Cuatro artistas de Mar del Plata, Soledad Rebaudi, Camila Sánchez, Silvia Lorenzo y Laura Manino, expondrán sus obras en la Casa de la Cultura de Bahía Blanca del 11 al 18 de noviembre. La muestra colectiva, titulada “Toda huella es una transformación que insiste”, reúne obras en fotografía, dibujo, textil, pintura, instalación, grabado y cerámica.
La curadora Ana Larrere define la exposición como una exploración del cuerpo “como registro vivo, puente entre lo que fue y lo que puede ser, y mediador entre lo humano, lo natural y lo construido”. Desde esta perspectiva, las artistas presentan la huella como rastro sensible y político, ligado a la memoria, el afecto, la resistencia y la transformación.
En su serie “Uniformes“, Camila Sánchez aborda la presencia y la ausencia del cuerpo a través de prendas intervenidas con bordados y dibujos. Los objetos domésticos y los hilos del trabajo manual evocan la memoria de los cuerpos que los habitaron, mientras los nombres bordados aluden a una constelación de mujeres y saberes transmitidos. En su obra, la huella se convierte en continuidad: lo aprendido y compartido permanece como materia viva.
Silvia Lorenzo explora el territorio y la percepción en “Entidades simples“, una serie que parte del registro fotográfico y se expande hacia la abstracción. Sus imágenes capturan reflejos y fragmentos donde lo natural y lo construido dialogan en equilibrio. Para la artista, cada registro es una forma de presencia: una manera de volver a mirar el paisaje y reconocer en sus marcas la continuidad entre el cuerpo y el mundo.
En “Patrimonio“, Soledad Rebaudi trabaja con materiales provenientes del entorno -arena, sal y agua de mar- para reflexionar sobre la fragilidad del paisaje y la intervención humana. Sus piezas, que combinan elementos naturales y objetos cotidianos, transforman lo efímero en memoria. En ellas, lo que alguna vez fue parte del paisaje abierto se vuelve objeto de contemplación y reflexión.
Por su parte, Laura Manino propone un diálogo entre escultura y dibujo en su serie “Bosque erótico“. Sus obras cerámicas y sus ilustraciones de gran formato exploran el vínculo entre cuerpo y naturaleza como un proceso de mutua transformación. En ese territorio de intercambio y fragilidad, las formas se abren, se expanden y se funden con lo vegetal, construyendo una poética de la metamorfosis.
