La Universidad le entregó el título Honoris Causa a Pérez Esquivel
Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz en 1980, referente de la lucha en defensa de los derechos humanos en la Argentina y en el mundo, recibió hoy el Doctorado Honoris Causa de la Universidad Nacional de Mar del Plata, mientras que el artista plástico marplatense Felipe Giménez fue distinguido como Profesor Extraordinario de la Facultad de Humanidades, en el cierre del Festival Nuestra América “El que siembra sueños cosecha primaveras” con el cual se conmemoraron los 20 años de la III Cumbre de los Pueblos y IV Cumbre de las Américas cumplidas en Mar del Plata en 2005.
Desde hace varios meses, el CESALC (Centro de Estudios de América Latina y el Caribe), grupo de investigación de la Facultad de Humanidades, dirigido por el doctor Alejandro Busto y el profesor Rodolfo Rodríguez llevó adelante una serie de iniciativas para recordar aquel histórico acontecimiento del que Mar del Plata fue escenario y en cuyo transcurso se rechazó la pretensión de Estados Unidos de formalizar un Tratado de Libre Comercio desde Alaska a Tierra del Fuego, conocido como ALCA.
Al cumplirse exactamente 20 años del “No al Alca”, el CESALC llevó adelante el festival en el Complejo Universitario Manuel Belgrano, en el cual se realizaron distintas charlas/conversatorios sobre diversos temas (la cobertura de la prensa de las Cumbres, antiimperialismos de ayer y hoy, los fotógrafos y cómo reflejan la realidad, la enseñanza de las leyes de Educación Ambiental Integral y Sexual Integral, populismo en América Latina, una aproximación histórica a la vida del líder independentista cubano José Martí o la proyección del documental “Memoria de las Cumbres”, entre otras), además de talleres artísticos, musicales, participación de la Escuela Municipal de Arte Dramático (EMAD) y numerosos espectáculos culturales.

La jornada de recuerdo de las Cumbres contó con la participación de estudiantes de escuelas secundarias y terciarias de General Pueyrredon, porque fue declarada de interés educativo por parte de la Dirección de Escuelas de la provincia.
Como corolario, y con la presencia de la Rectora electa Mónica Biasone, el decano de Humanidades, doctor Enrique Andriotti Romanín entregó la distinción a Giménez y el rector de la Universidad, Alfredo Lazzeretti hizo lo propio con Pérez Esquivel, delante de docentes, estudiantes y público en general. Tanto uno como otro agradecieron emocionados, y brindaron mensajes de esperanza hacia el futuro, al margen de las dificultades que –dijeron- se viven en el presente.
Esperanza
Pérez Esquivel remarcó que su trabajo siempre fue colectivo: “El Premio Nobel no lo asumí a título personal. Lo asumí en nombre de todos los pueblos de América Latina”.
Desde su mirada ética y política, advirtió que la realidad exigía nuevos compromisos. “El hambre es otra guerra” sostuvo, y también convocó a no dejar de luchar con esperanza: “No hay que desesperar. Hay que continuar luchando con fuerza y esperanza para cambiar toda desgracia que sufrimos en el país”.
A la comunidad universitaria le dejó un mensaje directo y profundamente formativo: “Las universidades son una esperanza de la conciencia. No dejen de ser rebeldes”. En sintonía con Paulo Freire, afirmó que la educación debe liberar: “Si no somos hombres y mujeres libres no podemos amar. El amor sin acción pierde su sentido”
