Los cuatro homicidios ocurridos en los últimos días en Mar del Plata podrían imponer una imagen de descontrol de violencia, sin embargo la estadística indica que 2025 mantiene, hasta el momento, un nivel proyectado por debajo de los dos años previos.
De acuerdo a información oficial emanada del Ministerio Público, de la Policía y del seguimiento periodístico de distintos medios de la ciudad con el doble crimen del barrio Don Emilio se alcanzó la cifra de 29, muchos de ellos en un contexto de violencia interpersonal con el trasfondo del delito de narcomenudeo o “cuentas pendientes”.
De hecho los homicidios de José Luis Páez y de Oscar Urbistondo se produjeron de esa manera, al igual que en otros meses del año ocurrió con Pablo Núñez, Francisco Carabajal, Rubén Darío Ordóñez, Damiel Testa, Maximiliano Chávez, Fernando Gauchu, Javier Lazarte, Pablo Oporto, Maximiliano Núñez y Julio Delgado.
Desde el comienzo del año dos mujeres fueron asesinadas, Guadalupe Mena, la policía que recibió un disparo con su propia arma accionada por su novio también policía, y Cecilia Cárdenas. Esta mujer fue baleada por su hijo.
Sin dudas dos de los homicidios con víctimas sin ninguna relación con el mundo del delito que más impacto causaron fueron los del kiosquero Cristian Velázquez y el del ciclista Luis Oronó, ambos sorprendidos por asaltantes en sus propios comercios. También el de Mateo Sánchez, quien murió al quedar en medio de una disputa entre sus inquilinos y los inquilinos anteriores.
Asimismo hubo una cantidad preocupante de personas en situación de calle asesinadas como Gabriel Osses, Walter Sotelo, Esteban Bellini, un número que podría parecer menor pero que significa el 10% del total anual.
Por último hubo dos episodios que causaron indignación en la sociedad, uno de ellos a manos de la policía y otro hijo de la irracionalidad. Matías Paredes fue asesinado por policías de civil cuando escapaba en un automóvil con amigos, a la vez que José Parrada murió decapitado cuando circulaba en su motocicleta e impactó un cable que unos adolescentes habían cruzado en una calle a modo de broma.
