La senadora provincial Teresa García llegó ayer a Mar del Plata en el marco de una intensa recorrida de campaña de Fuerza Patria rumbo a las elecciones del 26 de octubre. Durante su visita, mantuvo reuniones con referentes locales del peronismo y encabezó una charla junto a Fernanda Raverta en la sede del Partido Justicialista.
Antes de esa actividad, García pasó por la redacción de LA CAPITAL, donde habló de todo: criticó al gobierno de Javier Milei, analizó el escándalo que involucra a José Luis Espert, el papel del Congreso, y brindó detalles de su encuentro con Cristina Fernández de Kirchner, a quien visitó en el domicilio donde cumple prisión domiciliaria.
La dirigente, de amplia trayectoria dentro del peronismo, vaticinó que después de la próxima elección la Argentina “cambia o cambia”, que “si Milei no escucha al pueblo, tiene que dedicarse a otra cosa” y alertó: “Dos años más así son insufribles”.
– En esta recorrida previa a la elección, ¿qué le plantea la gente?
– Estuve en Lomas de Zamora, ahora en Mar del Plata, y voy a ir a Tres de Febrero. La situación de la gente está muy mal, mucho peor de lo que muestran algunos medios. Esta caída libre del Gobierno nacional, que empezó incluso antes del 7 de septiembre, está llena de hechos escandalosos que impactaron fuerte en la sociedad. Desde el caso Libra, el fentanilo contaminado, Spagnuolo y ahora lo de Espert, se armó un combo difícil de sostener. Todo esto empezó antes de la elección del 7, pero ahora se agravó.
– ¿Cómo cree que impacta el escándalo del ahora ex candidato José Luis Espert?
– Es algo muy concreto. No hay ninguna “jugada kuka”, como dicen algunos del Gobierno. Hay pruebas, declaraciones, documentación contable. Al principio parecía un solo vuelo ligado al narcotráfico, pero después resultaron ser 34. Uno no se olvida de 34 viajes en avión. Me parece que subestiman a la sociedad, creyendo que la gente no se da cuenta en medio de esta crisis. Y mientras tanto, Milei hace una prueba de sonido en el Movistar Arena porque iba a tocar con la banda de Benegas Lynch. Toda campaña puede tener su nota de color, pero en este contexto de crisis, responder con un recital es una falta de respeto.
– ¿Cómo cree que impactará este escenario en la participación electoral del 26 de octubre?
– Algunos dicen que hay que tratar de que vaya a votar la menor cantidad de gente posible, que eso nos beneficia. Yo soy contraria a ese pensamiento. En el peronismo las cosas cambian cuando hay aluvión de votos, no voluntades individuales pequeñas. Así que yo espero que el domingo 26 de octubre la gente vaya a elegir su destino, porque por más que se elijan diputados nacionales, lo que hay que elegir son diputados nacionales que pongan el dedo en el botón correcto
– ¿Qué piensa sobre el desdoblamiento electoral y la Boleta Única de Papel?
– Creo que fueron dos errores. El desdoblamiento fue un desacierto porque nosotros somos parte de una fuerza federal con un discurso nacional. Y la Boleta Única de Papel también cambia la dinámica de nuestra militancia. Antes un compañero iba casa por casa, hablaba con la gente y le dejaba la boleta. Ahora todo será un trámite frío y puede generar confusión.
– Pero también será una prueba piloto, ¿no?
– Esperemos que salga bien. Por eso marco también lo del desdoblamiento, no para confrontar con nadie, pero sí creo que hace que se balcanice nuestra fuerza política. Tendremos más concejales y legisladores, pero si no conseguimos un número en la Cámara de Diputados de la Nación, va a ser muy difícil que esos concejales y esos gobernadores puedan gobernar.
– Fuerza Patria ganó por amplia diferencia el 7 de septiembre. ¿Puede repetirse el resultado a nivel nacional?
– No deberíamos sacar un voto menos que el 47%. Nada mejoró desde entonces, así que no hay razones para perder voluntades, salvo por la polarización y el descrédito de La Libertad Avanza.
– ¿Cómo se imagina la Argentina después de las elecciones?
– Cambia o cambia. No hay mucha alternativa. Si Milei no escucha al pueblo, tiene que dedicarse a otra cosa. Estoy convencida de que vamos a ganar, pero después de eso el presidente debe corregir su rumbo. No estoy diciendo que haya que echarlo, tiene que asumir la responsabilidad plena, terminar su mandato y corregir lo que tiene que corregir. Si no cambia, ocurrirán otras cosas. No podemos seguir con enfermos sin medicación, personas con discapacidad bajo la lluvia o universidades desfinanciadas. Dos años más así son insufribles.
– ¿El plan económico de Milei fracasó?
– Absolutamente. Ya sabíamos que iba a fracasar. Lo dijo Cristina muchas veces: este modelo no cierra. La desindustrialización del país nunca trae buenos resultados. En Mar del Plata se nota: el turismo, el textil, la industria en general están sufriendo. No existe una política macro desprendida de la necesidad cotidiana de la gente.
– ¿Cómo fue su visita a la expresidenta Cristina Fernández?
– A Cristina la vi muy bien. Pocos dirigentes tienen cabeza con el corto, mediano y largo plazo todo a la vez. Respondiendo, devolviendo pelotas todo el tiempo, pero además planificando el mediano y fundamentalmente el largo plazo. Cristina tiene esa cabeza. Por eso es que nosotros tenemos que seguir peleando por la libertad de Cristina, que no es un indulto. Fue una causa malversada, llena de pruebas de otras causas con un fiscal que parecía tener más veneno en su apelación que otra cosa. Y es una causa que debió haber sido revisada seriamente por la Suprema Corte y no fue. Tenemos que pedir la revisión inmediata de la causa. Me parece que toda la militancia del peronismo debe pedir la libertad de Cristina. Nadie está legitimado plenamente con Cristina presa, no solo porque es la presidenta del PJ, sino que para muchos de nosotros es nuestra conducción política.