Emotiva despedida del juez Hooft al jubilarse tras casi 60 años de carrera

Emotiva despedida del juez Hooft al jubilarse tras casi 60 años de carrera

El juez Pedro Federico Hooft recibió este martes una emotiva despedida de Tribunales al terminar su última jornada de trabajo y jubilarse tras casi 60 años de carrera judicial.

Acompañado de su esposa, sus hijos y sus nietos, el magistrado descendió al hall del edificio ubicado en Tucumán y Almirante Brown a las 14, y se encontró con colegas magistrados, fiscales y abogados particulares, además de amigos, que lo aplaudían fervorosamente.

En una breve alocución, Hooft agradeció a todos los presentes y reveló su sorpresa por el homenaje, ya que “había tomado el día de ayer (por el lunes) como el último” en su mente. “Como experiencia propia puedo dejar que las cosas nunca se logran solo. Siempre se necesita un otro para lograr un objetivo. Yo siempre requería de la ayuda y el apoyo de colaboradores para todo lo que hice”, expresó el juez.

 

Momentos antes, fiscales y camaristas se habían acercado a abrazarlo y agradecerle por haberse formado con él. Los encuentros, gestos y palabras de los colegas de Hooft provocaron lágrimas y mezclas de emociones en sus seres queridos.

“No se quería ir. Estaba con mi hija y con los demás nietos en su despacho, hablando con gente a la que conoció de chica y que hoy ocupan distintos lugares, y miraba los papeles, ojeaba expedientes… Es una vida entregada de lleno a su trabajo”, explicó Lynette, su hija, en diálogo con LA CAPITAL.

Hooft, de 83 años, nació en 1942 en Holanda y emigró junto a sus padres a Argentina en 1948, cuando era un niño La familia recaló en la zona rural, en las afueras de Mar del Plata.

Al finalizar la escuela secundaria, Hooft inició la carrera de abogacía, mientras prestaba en simultáneo colaboración en la atención del negocio familiar montado en el centro de la ciudad: una cervecería en la que además de trabajar estudiaba.

Al cumplir los 23 años se recibió en la Universidad Católica Argentina con doble medalla de oro y mejor promedio, lo que le valió prácticamente enseguida la entrada al Poder Judicial, por requerimiento de un profesor.

Como juez, Hooft tuvo a su cargo casos de suma relevancia pública y repercusión en la prensa, como lo fueron el descabezamiento de la cúpula de la Policía Bonaerense en la década del ’80, en el marco de una investigación por corrupción relacionada a la malversación de fondos para combustible de patrulleros; el fallecimiento del actor cómico Alberto Olmedo; los crímenes de prostitutas adjudicados al supuesto asesino serial apodado “El loco de la ruta” cuya existencia nunca se probó; y el derecho a la muerte de digna del paciente diabético Ángel Parodi, entre otros.

Además, Hooft sufrió un atentado en su casa en diciembre de 1976, durante la Dictadura Militar. Sin embargo, en 2006 fue denunciado por organismos de Derechos Humanos, que lo acusaban por encubrimiento en la llamada “Noche de las Corbatas. Aquello le valió un jury del que resultó absuelto. Y recientemente, la Corte Suprema de Justicia dejó firme su sobreseimiento de culpa y cargo.

En ese marco, el ya fallecido fiscal del juicio a las Juntas Militares, Julio Strassera, salió a defenderlo en los medios nacionales y dijo: “Hooft fue un campeón de los Derechos Humanos”.

En sus últimos años como magistrado, y recibido también de profesor en Filosofía, Hooft se desempeñó como titular del Juzgado en lo Correccional Nº 4. Hasta este martes, cuando se retiró aplaudido del edificio de Tribunales.